miércoles, 17 de febrero de 2010

Pequeñas metáforas visuales acerca de las traiciones diaras

8/5/07
22:22 Pm

Hoy dormi hasta las 21ha, así que estoy de mejor humor.. mi cuerpo dijo basta y me propuse dormir desde las 9 de la noche a las 9 de la mañana para recuperar energías perdidas en las trasnoches de fin de semana, y cumplí.
Venía caminando, cagada de frío, sufriendo los primeros síntomas de lo que va a ser un duro y poco pintoresco invierno, los chachetes paspados, las manos violetas, el pelo enredado y la reflexiva y desesperante visión de las cosas que suele atacarnos junto a la melancolía de extrañar los días mas largos, y sobre todo, los días más felices.
Y fue hablando, o mejor dicho escuchando a un amigo, que me di cuenta de la cantidad de veces que nos traicionamos, todo el tiempo, y por ahora no hablo de traiciones a los otros [de las que algunos, en el mejor de los casos, aprenden ] sino que hablo de traiciones a nosotros mismos, pequeñas contradicciones que no dejan salir a la luz lo que realmente pasa.
Y despues las 10 cuadras que me faltaban por caminar me sobraron para recordar..y mirar un poco adentro. Creo que de todas las personas que conozco soy una de las que se mutila algunas cosas, pero creo que es por el hecho de que le doy demasiada importancia a las cosas, y no pudo dictaminar quien estará equivocado y quien no.. pero uno sigue, así como es, sigue..
No me gusta esta cara de que no quiero a nadie, porque se que en el fondo estoy hecha del mas barato caramelo masticable; sin duda nunca quise estudiar inglés 7 años [por suerte al día de hoy no hago ninguna cosas si no es por el simple placer de hacerlo y saberlo] no me gusta la música electrónica ni la cumbia, pero siempre termino en el mismo boliche escuchando la misma maldita música, y tampoco me gustan las camperas de abrigo, les tengo fobia.. pero voy a tener que usarlas en breve.
No me gusta despertarme a las 6 de la mañana, pero si me gusta vivir el resto del día; odio esperar, nunca supe hacerlo, y sin embargo me la paso esperando algunas cosas.. me da urticaria dejar trabajos a la mitad, pero lo hago y no me gusta sentir que no puedo, pero la mayoría de las veces lo siento.
Siento que no digo todo lo que tendría que decir, y se que cuando lo digo cambio algunas palabras, solo para no lastimar tanto, y eso tampoco me hace bien, pero lo hago todo el tiempo.
Siento que me amoldo demasiado a todo, y a veces me molesta caer tan bien.. o caer tan mal. Sin duda, mis peores traiciones siempre han sido hacia mi misma.
He dicho que si, cuando tendría que haber dicho que no, y he podido perdonar cosas por las cuales debería haber matado.
También maté muchos inocentes...y no soy la única.
Y de mis peores traiciones, la peor fue querer no pensarte.
Odio las despedidas, pero vivo diciendo adíos, y no me gusta que mi gente se valla de mi lado, pero a veces no hago nada para retenerlos.

Doy por entendido que no lo necesito, pero me gustaría verte, y así vuelvo a eso de esperar algunas cosas sin hacer nada para que pasen...traiciono mis principios, mi moral, y a veces lo hago de una manera muy aberrante, casi sin darme cuenta, y si lo hago es por mi bien o por el bien de alguien más [o por un fin escencialmente necesario] a veces con cosas mínimas, y otras veces no tanto..
pero no me lastimo, no me hago daño, porque soy conciente de todo lo que hago y del porque lo hago..
entonces tengo pequeños momentos en los que nada más que mi yo dominante me domina, momentos sin contextos que influyan.. sin pasados ni presentes que confundan las cosas..
Cuando digo que no me gustó una película, cuando digo que no me gusta la comida de Mc. donals, cuando aseguro que voy a quemar vivo al que diseña la revista de la cooperativa, cuando combino minuciosamente lo que me voy a poner.. cuando escribo, dibujo, o me apasiono hablando de algún tema que a nadie le importa.
Mi peor traición es callarme cuando tengo algo para decir.. pretender ser otra persona y olvidar debes en cuando al hermoso y frágil ser que llevo muy dentro y que tanto has descuidado.



// Quién escribía era una persona muy parecida a mi, ahora con una vuelta de tuerca más profunda, pero casi que aseguro que en algunos aspectos somos aún la misma persona, y por suerte no nos parecemos tanto.

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