jueves, 3 de diciembre de 2009

De a ratos que sea cierto


No se.. perdí la cuenta.. no se en que momento confiar se tornó tan estresante, de a momentos es imposible.

Pero también mi décima cuarta teoría es válida, sino confío yo, no confías vos, no confía nadie.

Cualquier comportamiento exajerado es un mecanismo de defensa, asi que vivir exageradamente a la defensiva es basicamente ponerse a toda la gendarmería en la frente, y el término generalizar me queda muy chico a la hora de hablar de política y de amor. Supongo que dar el brazo a torcer una vez cada tanto tenía que suceder.. creo que esta vez quiero que sea distinto, porque creo que a veces se puede , no digo siempre, ya que inevitablemente tenemos que perder más que lo que ganamos a lo largo de la vida, y digo tenemos, porque si ya a este paso somos un poco imbéciles, imaginate si siempre nos saliera todo bien, no solo seríamos unos completos imbéciles sino que también estaríamos bastante aburridos, todos sabemos que no hay nada mas peligroso que una persona aburrida, bueno si, una cosa, una mujer despechada, pero no mucho más que eso.

La verdad que siento que mis palabras no llegan, no alcanzan, no sirven, o no se terminan de entender muy bien..
la otra gran verdad es que llevo en la espalda una vida como la que llevas vos, no hice todo bien, de hecho, tal vez no hice nada bien, pero por lo menos lo hice, y me saco todos los días los clavos de la inseguridad, y juro que dejé hasta la ultima neurona en el proceso de intentar hacer que nadie llorara, aunque yo lloré mucho, y a veces me escondí para no llorar enfrente a los demás. Y la verdad es que a veces el miedo no me deja pensar, ultimamente me cuesta mucho reaccionar, muchísimo, vivo casi a un mes en diferido de todo lo que me pasa, y debe ser por eso que me esta costando tanto todo lo que siento.



Así y todo de a ratos me gustaría que todos sigan pensando que soy una persona que no se aferra a nada ni a nadie,pero por una cuestión de amor propio y hasta por un poco de dignidad, acepto que nada de mi frivolidad es real, que todavía me duelen todas mis heridas de guerra, que me gusta tener fe en que todo va a mejorar, que no conozco otra manera de vivir que no sea en el respeto y la verdad, que aquí mis ojos trazaron un cálido mar y una distancia inquebrantable a donde sea que quieran llegar.

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